Virgen de la Candelaria o Nuestra Señora de la Candelaria,
es una advocación de la Virgen María que tiene su origen en Tenerife (España).
Su etiología deriva de candelero o candela que se refiere a la luz: la luz
santa que guía hacia el buen camino y la redención y aviva la fe en Dios. Su
festividad es celebrada según el calendario litúrgico el 2 de febrero, donde se
recuerda la presentación de Jesús en el templo de Jerusalén después de su
nacimiento y la purificación de María.
Su devoción tiene mucho arraigo en países como España,
Bolivia, México, Perú, Colombia y otros. Asimismo, su patronazgo se extiende a
varias ciudades y países de América y de otros continentes.
Origen de la advocación
La Virgen de la Candelaria toma su nombre de la fiesta de la
Candelaria o de la Luz, que tuvo su origen en el Oriente con el nombre del
"Encuentro", y después se extendió al Occidente en el siglo VI,
llegando a celebrarse en Roma con un carácter penitencial.
Su fiesta se celebra, según el calendario o santoral
católico, el 2 de febrero en recuerdo al pasaje biblíco de la Presentación del
Niño Jesús en el Templo de Jerusalén (Lc 2;22-39) y la purificación de la
Virgen María después del parto, para cumplir la prescripción de la Ley del
Antiguo Testamento (Lev 12;1-8).
La fiesta es conocida y celebrada con diversos nombres: la
Presentación del Señor, la Purificación de María, la fiesta de la Luz y la
fiesta de las Candelas; todos estos nombres expresan el significado de la
fiesta. Cristo la Luz del mundo presentada por su Madre en el Templo viene a
iluminar a todos como la vela o las candelas, de donde se deriva la advocación
de la Virgen de la "Candelaria".
Iconografía y advocación
La iconografía de la Virgen de la Candelaria se basa en el
episodio bíblico de la Presentación del niño Jesús en el Templo de Jerusalén
(Lucas 2,22-40). La virgen sostiene la candela o vela de la que toma nombre y
lleva una canasta con un par de tórtolas. El niño Jesús fue llevado al Templo
de Jerusalén, según Ley de Moisés, para ser presentado al Señor, y además para
cumplir con el rito de la purificación de la Virgen María (Cf. Lev. 12, 6-8).
El culto a la Virgen de la Candelaria se ha extendido a
través de los siglos por diferentes ciudades y países sobre todo en
Latinoamérica, donde ha adopado rasgos de las diferentes naciones donde se
encuentra un templo suyo. Pero su culto como advocación mariana tiene su origen
en las Islas Canarias, a partir de la incorporación en el siglo XVI al
catolicismo de la devoción a la estrella Canopo, por parte de la cultura de los
antiguos canarios preexistente a la llegada de los europeos. Desde donde se
expandió al continente americano y actualmente se encuentran imágenes suyas en
lugares con importantes colonias de canarios donde suele usarse para representar
al Archipiélago Canario.